El Teatro de la ViDa
Octavio Paz en su obra El Laberinto de la Soledad, presenta una serie de exposiciones del comportamiento o de la idiosincrasia del mexicano, él describe y argumenta una serie actos relevantes para la vida de la sociedad mexicana. En el Capítulo Mascaras mexicanas dispone de una serie de materiales que le dan credibilidad a su acertada línea de creencias incuestionables mexicanas.
En la sociedad se presentan formas de actuar e interpretar. Así como este literato mexicano desarrolla que existe una tremenda necesidad del mexicano por tomar una máscara y seguir el sendero de la vida, en el caso particular trataré de entender un proceso largo e interminable, el teatro de la vida.
Levántate de ese aposento que adoras más, y en donde te sientes que eres el rey del mundo, tomate tu tiempo, ya no es lo mismo, como extrañas seguir durmiendo en el mundo fantástico de la tierra infantil, ahora tienes que pensar en cual es la máscara que adoptaras hoy; podría ser la que siempre quieres el avaro y andar con la actitud de me merezco todo por que no soy capaz de ser yo, o Aura nadie sabe quién soy, tal vez podría ser el retrato de Dorian Grey eternamente bello y joven muriendo lentamente, no definitivamente simplemente Televisa vivo para ser melodramático y solo hay buenos y malos.
De cualquier manera es el papel que tú elegiste, el que tú decides tomar, tú papel en el mundo real ficticio, de tal manera que debes de ser el mejor actor de todos, luchar hasta el final sin tropiezos. Ahora que sabes que estas en el juego teatral sigue caminado que el disfraz siempre te va a quedar bien, eres el protagonista. Interpreta ese papel por el que tanto has luchado y con el que ojala no te lleves a la tumba.
Continúas con tu día y piensas que esa no fue la máscara indicada, tal vez fue un error de elección, no es tu papel, eres pésimo actor, no, es que fue solo una mala línea del libreto que leíste equivocadamente puedes vivir con el juego actoral.
Por fin regresas a tu camerino, tu mirada se calló los pensamientos sean tornado a una desencadenada lucha de ficción y realidad, en ese momento te das cuenta que tu disfraz, que tu papel no tuvo la proyección suficiente, tal vez fue el escenario o el ánimo reprimido e influyente de los demás actores lo que no funcionó, las luces se apagaron, el telón callo, las taquillas cerraron y tu soledad te dice que esa no fue tu obra.
No puede ser una obra, no puedes seguir intimidado y guiado por una absurda obra sistemática, no te debes quedar bajo la máscara, no te olvides de ti.
Llegas a esa intimidad cargado de una emoción catártica, ese es el clímax que encuentras ese es un remolino de visiones propias, el teatro que tu elegiste y mas que elegir saliste ya no llegas a ti mueres por ti.
Cierra las puertas, bebe el sueño, la luz es el sol.
Máscara que retiene sueño que compone
El Laberrinto de la Soledad
En la sociedad se presentan formas de actuar e interpretar. Así como este literato mexicano desarrolla que existe una tremenda necesidad del mexicano por tomar una máscara y seguir el sendero de la vida, en el caso particular trataré de entender un proceso largo e interminable, el teatro de la vida.
Levántate de ese aposento que adoras más, y en donde te sientes que eres el rey del mundo, tomate tu tiempo, ya no es lo mismo, como extrañas seguir durmiendo en el mundo fantástico de la tierra infantil, ahora tienes que pensar en cual es la máscara que adoptaras hoy; podría ser la que siempre quieres el avaro y andar con la actitud de me merezco todo por que no soy capaz de ser yo, o Aura nadie sabe quién soy, tal vez podría ser el retrato de Dorian Grey eternamente bello y joven muriendo lentamente, no definitivamente simplemente Televisa vivo para ser melodramático y solo hay buenos y malos.
De cualquier manera es el papel que tú elegiste, el que tú decides tomar, tú papel en el mundo real ficticio, de tal manera que debes de ser el mejor actor de todos, luchar hasta el final sin tropiezos. Ahora que sabes que estas en el juego teatral sigue caminado que el disfraz siempre te va a quedar bien, eres el protagonista. Interpreta ese papel por el que tanto has luchado y con el que ojala no te lleves a la tumba.
Continúas con tu día y piensas que esa no fue la máscara indicada, tal vez fue un error de elección, no es tu papel, eres pésimo actor, no, es que fue solo una mala línea del libreto que leíste equivocadamente puedes vivir con el juego actoral.
Por fin regresas a tu camerino, tu mirada se calló los pensamientos sean tornado a una desencadenada lucha de ficción y realidad, en ese momento te das cuenta que tu disfraz, que tu papel no tuvo la proyección suficiente, tal vez fue el escenario o el ánimo reprimido e influyente de los demás actores lo que no funcionó, las luces se apagaron, el telón callo, las taquillas cerraron y tu soledad te dice que esa no fue tu obra.
No puede ser una obra, no puedes seguir intimidado y guiado por una absurda obra sistemática, no te debes quedar bajo la máscara, no te olvides de ti.
Llegas a esa intimidad cargado de una emoción catártica, ese es el clímax que encuentras ese es un remolino de visiones propias, el teatro que tu elegiste y mas que elegir saliste ya no llegas a ti mueres por ti.
Cierra las puertas, bebe el sueño, la luz es el sol.
Máscara que retiene sueño que compone
El Laberrinto de la Soledad
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Manuel Bueno -